Las constelaciones familiares y el Tarot
La terapia de constelaciones familiares fue creada por el psicoterapeuta alemán Bert Hellinger, a partir de su encuentro con ceremonias de la nación Zulú africana. Hace énfasis en las relaciones de una persona con su entorno más cercano y cómo estos vínculos afectan su vida.
Las relaciones que más influyen en una persona son las familiares, principalmente con sus padres y hermanos, e incluso sus abuelos, y son generadas desde su concepción. Estas relaciones construyen lo que Hellinger denomina una constelación, es decir, un conjunto de estrellas que conforman una figura: en el caso de la constelación familiar, cada estrella es uno de los miembros de la familia, y la figura que entre todos construyen, sus relaciones generadas a través del tiempo. Cada uno de los miembros ocupa una posición dentro de la constelación, y es precisamente esta posición la que le permite y le bloquea ciertas posibilidades en su destino. Así, por ejemplo, si un hijo ocupa la posición de cuidador de sus padres, difícilmente podrá construir su propia familia, se sacrificará.
La terapia de constelaciones, luego de constatar la posición que el consultante ocupa en su sistema familiar o constelación, realiza una serie de movimientos mediante frases y actos rituales clave que le permiten ir encontrando una nueva posición dentro de su sistema, para desbloquear sus capacidades adormecidas por los roles que ha desempeñado en su familia.
En una sesión de constelaciones familiares con Tarot, no es necesario que el consultante asista con su familia para diagnosticar sus vínculos. En este caso, serán las cartas del mazo las que representarán a sus familiares y sus relaciones con ellos. La información aportada por los arcanos del Tarot permitirá saber cuál es la posición del consultante en su núcleo familiar y la relación particular con cada miembro. Igualmente, los movimientos realizados con las cartas le ayudarán a ocupar un lugar más saludable en su sistema y reparar los temas del pasado no resueltos. De este modo, el cosultante obtiene una nueva constelación, una nueva figura de su sistema familiar, que le permitirá avanzar en su camino de vida llevando únicamente lo más valioso y necesario de su herencia, libre de culpas, deudas o pactos negativos con sus seres queridos.